sábado, 6 de abril de 2013

en proceso.



Están escavando la calle
los obreros encontraron
un montón de anillos de plástico
de todas formas y colores
muchos que alguien guardó
no se sabe quién
no se sabe cuándo
para sorpresa de todos los vecinos
festejemos que la suerte está de nuestro lado
hay anillos de plástico de colores
escondidos debajo de las calles.


No sé dónde aprende el drama. Servilletas auspician de pañuelos descartables y riegan, abolladas, el costado de la cama. Al despertar, los ojos hinchados reciben mucha luz, se entrecierran, tantean  los pies  una nieve de papel suave y menos fría. La humedad de un invierno que llegó de repente, no  esperábamos nada de lo que sucede.  Ya no hay estaciones, cada día hace lo que quiere. La gata desparramada sobre la manta de retazos de lana que tejió mi abuela, me mira sorprendida. No debe ser tan difícil salirse del plan mental.  Trato de reconocerme la cara con las manos ¿cómo me veré desde afuera? La relatividad y los transeúntes, la sensación de arena en los pies faltó este verano y se nota. Como una ciudad que se dejó arrastrar por el agua, me duelen los ojos. Machacar fruta con los pies, que explote, se impregne, se escurra entre los dedos y sea líquido que corre. 




remábamos un kayac en la oscuridad
con el novio de una amiga que aún no  conozco
yo, adelante
sentía que la noche me comía
entrábamos a un camino de agua subterráneo
llegábamos a una fiesta de cumpleaños
de alguien que sé quién es y no recuerdo
después venías vos
como yo me iba
me dabas un regalo
descubría que eran tres
con tres tarjetas,
dedicatorias y objetos usados.




Desde la ventana se ven piernas 
acá 
estimular 
hace bien
un número suelto color azul
cuando te llamé 
sonaste emocionado y me emocioné
los hombres bailaban
solo los pies
porque sus cuerpos no
(un punto) 
desde la isla más poblada del mundo
las casas se caen
oh!        
Eso es un cacho de lo que quedó.



Que va y viene desde hace 8 años
que se vaya para siempre
que le está cagando la vida
le grita de madrugada
desde la ventana
a ese
que golpea la puerta de salida
se cierra la persiana
y se lo dice a ella,
en voz baja.



Un agujerito en la pared de una cámara gigante para ver las nubes
bajás la vista y ves un corazón pegado en la vereda
una madre le dice a su hijo que lo van a pisar los camiones si no camina rápido
un pibe en la esquina piropea
desde un auto bailan hip hop, padre e hijo
cajas para libros, muchas
el almacenero me despide cariñosamente del barrio
me guardo una flor de lavanda en el bolsillo, recuerdo de tu casa
desarmar algo que se construyó con amor y empezar
otra vez
una pirámide de naipes dibujados.

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